Aceleradores de partículas ¿generan catástrofes "naturales"?

martes, 3 de junio de 2008

 


El próximo mes de agosto empezará a funcionar en Suiza, después de más de quince años de trabajos, el acelerador de partículas más potente del mundo, un proyecto científico sin precedentes gracias al cual los expertos esperan dar respuesta a las leyes fundamentales de la naturaleza.

Será este verano europeo, previsiblemente en agosto, cuando, empiecen a circular por el interior de este túnel millones de protones a velocidades cercanas a las de la luz, unas partículas que viajarán en sentidos opuestos y que, al colisionar, recrearán las condiciones que se experimentaron una billonésima de segundo después del 'Big Bang' que supuestamente dio origen al Universo. Peter Jenni es el director del laboratorio Atlas, desde el que se realizarán todo tipo de mediciones de la colisión de estas partículas con el objetivo de detectar el denominado Bosón de Higgs, cuya existencia, postulada teóricamente por el físico escocés Peter Higgs hace más de cuarenta años, aún no ha podido ser observada.

El campo de Higgs es, en teoría, lo que da masa a las partículas elementales, por lo que hallarlo, algo que representa un reto para todo científico, supondría encontrar una pieza clave de ese gran rompecabezas que es la formación y el origen del Universo. Este proyecto, sin embargo, ha despertado el recelo de quienes creen que el LHC, al recrear las condiciones que se vivieron tras el 'Big Bang', podría generar un agujero negro capaz de devorar el mundo entero.

Al mismo tiempo, otro acelerador de partículas, el Fermilab de Chicago (EE. UU.), se encuentra realizando experimentos secretos con una metodología similar. La pregunta inmediata es: ¿hay algún riesgo real para el planeta con este tipo de actividad científica? Y por otro lado, ¿se puede relacionar la creciente actividad volcánica y sísmica del último mes con estos experimentos?

El temor de crear (accidentalmente o no) uno o dos agujeros negros en nuestro planeta tal vez no sea tan preocupante como la manipulación de las condiciones de tiempo-espacio en que consisten las actividades de estos laboratorios. La ecuación es simple: no hay suficiente energía como para producir un agujero negro (para eso sería necesario hacer colapsar una estrella, cosa que está fuera del alcance de los aceleradores), pero sí es posible establecer "saltos" temporales o desplazamientos espaciales. Imaginemos una porción importante del planeta repentinamente "movida" 200 o 400 metros; con que se encuentre en una falla sísmica o en los bordes de una placa tectónica alcanzaría para desencadenar terremotos, maremotos, actividad volcánica y hasta daños climáticos irreparables a nivel planetario.

El CERN ya comezó su funcionamiento y estaría llegando a la máxima operatividad para fines de junio. El Fermilab viene trabajando desde comienzos del 2008 con mucho sigilo. Al mismo tiempo la frecuencia y magnitud de los desastres "naturales" está en constante crecimiento.

¿Hay alguna relación?

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